Un sueño roto. Interrumpido por la mala fortuna de aquel 3 de julio de 2012.Ese día la piloto de Fórmula Uno, María de Villota de 32 años, se subía por primera vez al MR-01 de su recién estrenada escudería, la británica Marussia. Como piloto de pruebas salió a la pista del aeropuerto de Duxford, en Gran Bretaña, a realizar una rutinaria comprobación de la aerodinámica del coche. En el preciso momento en el que se disponía a entrar en el camión del equipo para dejar el vehículo, un acelerón improvisado, empotró el MR-01 contra la rampa trasera del camión. Continúan investigándose las causas. El sueño de María de salir a competir entre los grandes de la Fórmula Uno quedó interrumpido de la peor manera posible.
Frácturas de cráneo, fracturas faciales, la pérdida de un ojo y del olfato... secuelas de por vida que no le impedirán seguir ligada a lo que más le gusta: el motor. Aunque tras pasar por esta situación ha abierto sus ojos al mundo:
"Te das cuenta que ves más que antes, antes solo veía Fórmula Uno, sólo me veía encima de un coche compitiendo, ahora veo lo importante de la vida, voy a aprovechar esta nueva oportunidad al 100%"
"Voy a estar en tres bandos: el del motor, porque nadie va a evitar que siga ligada a este mundo que tanto adoro, el de los enfermos porque no se imaginan la cantidad de gente que sufre en los hospitales y el de la mujer porque deseo que una de ellas, con talento y trabajo, llegue a la Fórmula 1"
El accidente y saber que no podrá volver a pilotar un Fórmula Uno no han borrado su rasgo más característico: su maravillosa sonrisa.
Natalia Cuéllar
(Las citas están recogidas de la primera rueda de prensa que dio María de Villota tras el grave accidente que sufrió en Gran Bretaña. El lugar escogido fue el Consejo Superior de Deportes el pasado 11 de octubre de 2012.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario