lunes, 10 de noviembre de 2014

Aquellos maravillosos años

 ¡Hola Astreas! Ya es lunes y para muchos esperan por delante 5 días (contando con hoy) de trabajo, proyectos a los que dar continuidad, prisas, obligaciones... antes de volver a disfrutar del fin de semana. 



 Quiero compartir con ustedes mi fin de semana porque estuvo lleno de recuerdos maravillosos, recuerdos que me hicieron pensar en frases como "no tengas prisas por crecer"; "disfruta ahora que no tienes obligaciones"; "cada etapa tiene sus momentos", frases todas de mi super mami y que ahora cobran mucha presencia.

 El sábado nos reunimos los amigos del cole de toda la vida, amigos que los somos desde que tengo uso razón y otros que se han ido incorporando en el camino. Amigos de siempre y nuevos amigos.

 ¡Y entonces me di cuenta de cómo nos ha cambiado la vida! Muchos casados y pequeñajos que llenan de alegría reuniones tan especiales como estas. ¡Fue un día fantástico! De esos que te quedan para siempre grabados en la memoria. (Echamos mucho de menos a los ausentes.)

 Piensas... cómo pasa el tiempo y tomas conciencia de que vas cumpliendo etapas, de que te haces mayor y de que cada momento ha tenido un algo especial. Ya no hablas de lo que vas a hacer el fin de semana o del trabajo te gustaría tener, ahora hablas de proyectos inmediatos y futuros, de niños, de trabajo... de bodas. De decisiones importantes...



 Al final la vida se compone de eso, de etapas que te hacen evolucionar como persona y te llevan a destinos inimaginables. Te cambian las prioridades... 

 Lo más maravilloso de todo fue darme cuenta de que en esencia seguimos siendo los mismos locos de siempre. Las mismas risas, las mismas ganas de disfrutar juntos, y la pena que queda por los que tienen que regresar a sus nuevas casas lejos de la isla. Pero sabes que siempre están ahí.



 Y si el sábado viví un día completo, el domingo no fue menos. Tuvimos día de campito con los amigos que hice cuando comencé mi etapa universitaria. Amigos únicos porque desde el minuto cero nos hicimos inseparables. 

 Un domingo de lluvia, con bocatas y conversaciones profundas. Aunque hubo, por supuesto, momentos de muchas risas. Con ellos nunca falta ;-) Momento para el café y las galletas. Una reunión como las que teníamos tiempo atrás y tras las que llegas a casa cargado de mucha energía y con una sonrisa de oreja a oreja. (Para los que no pudieron estar... en navidad repetimos.)

 Cuando comienzas una nueva etapa te planteas a qué tipo de personas conocerás, si lograrás hacer amigos... y mis expectativas se quedaron muy cortas al lado de unos amigos que rompieron mis esquemas y me enseñaron a vivir la vida. Con ellos me hice adulta.



 Momentos. Únicos. Maravillosos. Risas. Recuerdos. Proyectos.


 Soy muy afortunada de tener unos amigos como los tengo. Ellos son parte fundamental de mi evolución, de las etapas que he vivido hasta el momento, mi conciencia en las equivocaciones y una fuente constante de inspiración.

 ¡Les quiero!

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