jueves, 7 de febrero de 2013

Pasión por el deporte

Compartiendo un intenso día de trabajo
 Madrina de Astraea Se Ve y una de mis mejores amigas y confidentes, es también una de las mejores compañeras que tengo en esta profesión, a pesar de que vivimos y trabajamos en islas diferentes. 

 Nacida en Santa Cruz de Tenerife, Beatriz Palmero, cuyo nombre muchos conocerán, se ha abierto camino en en el periodismo deportivo a golpe de esfuerzo y sacrificios. Su pasión es el deporte y sobre ella versa su trabajo diario. 

Tengo el placer de ponerles en contacto con una de las periodistas con más solvencia del panorama insular:
 
Entrevistando a Xavi Annuziata
 Beatriz,  ¿el  deporte es para ti pasión o sólo trabajo? 
 Pasión sin duda... Antes del trabajo ya existía esa pasión por el deporte. Es más, creo que difícilmente se puede llegar a hacer este trabajo si no sientes esa pasión por el deporte. Si no te has emocionado con él difícilmente podrás llegar a quienes sí lo viven. Y en este trabajo lo más importante es comunicar, y en el deportes hay muchas emociones y sentimientos que tienes que entender para transmitir y comunicar bien.

De hecho, tus recuerdos de la infancia van muy ligados al Heliodoro Rodríguez López, ¿no es así?
¡Y tanto! Recuerdo el Heliodoro desde que tengo memoria, cuando aún era de cemento y madera. Tuve la suerte de nacer en una familia, ante todo, muy futbolera. En casa íbamos todos al fútbol, y me recuerdo correteando por los pasillos del Estadio, disfrazada, ¡incluso con el traje de la Primera Comunión!
 Y no es el único escenario en el que tengo recuerdos de la infancia. También pasé muchas horas en el Palacio de Deportes de Santa Cruz, viendo al Tres de Mayo de balonmano o al Tenerife Número Uno… Y por supuesto, muchas tardes en familia delante del televisor, disfrutando de un grand slam de tenis o de los Juegos Olímpicos. Mi primer gran recuerdo es la medalla de plata de la selección de baloncesto en Los Ángeles ’84. Para mí fue una fiesta disfrutar de aquel encuentro de madrugada siendo tan niña…

 ¿Cómo te introdujiste en este mundo?
 Fue algo natural. Cuando era niña, mi otra gran pasión, aparte del deporte, era la de escribir. Y la única profesión que me permitía aunar ambas pasiones era el Periodismo, así que muy pronto supe que me quería dedicar a esto. Luego el camino ha sido largo, primero acabar la carrera; luego los inicios, siempre duros; varios paréntesis en la información general, hasta que me llegó la oportunidad… y ya ves. Casi sin darme cuenta, estaba aquí, haciendo lo que un día me propuse hacer.


En directo para la Televisión Canaria
En Canarias son pocas las mujeres que se dedican a hablar de forma profesional de deportes, estás marcando un precedente ¿te lo habías planteado?
 Ufff, no. Yo al menos no me veo así, tal vez porque sólo sigo el camino de otras que sí fueron precursoras. Cuando yo era una niña veía en la banda con la alcachofa a Mayte Castro y me decía: ‘un día estaré yo ahí…’ y veía a Asun Hernández en Antena 3 Tenerife presentando los deportes y pensaba: ‘cuánto le habrá costado llegar…’. Justo mi primer trabajo fue en Antena 3 y fue un lujo conocer a Asun. Luego pasé a hacer radio, de allí a la Televisión Canaria, donde llegué a presentar como ella. Y, casualidades de la vida, un día Mayte Castro llegó a ser mi Editora Jefe. Fue ella quien me dio el empujón definitivo y así llegué, como un día había soñado, a estar en la banda del Heliodoro con la alcachofa… Creo que yo entré por la rendija que ellas abrieron, empezando porque me hicieron soñar. Y me conformo con dejar la rendija un poco más abierta para las que vienen detrás. Que vienen.


Con Guillén Martí en la zona mixta
del Heliodoro Rodríguez López
Para ti ¿qué es lo mejor de ser periodista deportiva?
 Poder trabajar en lo que me gusta. Y más en los tiempos que corren. Yo cubro entrenamientos de fútbol, de baloncesto,  de mil deportes, voy a los partidos, hago las crónicas… y a final de mes me pagan por ello. Eso es un privilegio. Claro que, como todos los trabajos este tiene su parte tediosa, sus momentos duros y de estrés, pero sigo sintiéndome una privilegiada. El día que no sea así, quizá me dedique a otra cosa. Quizá no, seguro.

Aunque es un trabajo que te “obliga” a estar constantemente pendiente de la actualidad deportiva…
 Sí, pero no me supone un gran esfuerzo, para mí el deporte es, antes que nada, un hobby, con lo cual, siempre estás al tanto. Más ahora con Twitter y las redes sociales… Cierto que, cuando trabajas, estás al tanto de detalles en los que no te fijas como simple aficionada. Pero eso es fácil añadirlos cuando sigues el deporte en general.

¿Tienes algún modelo? ¿Alguien que te inspire?
 A mí me gusta todo lo que huela a Canal +. Creo que trabajan el deporte de forma espectacular. Cuidan mucho sus formatos, sus colaboradores, los presentadores, los inalámbricos… son todos animales deportivos. Y luego tienen formatos en los que hasta pagaría por trabajar, como por ejemplo los Informe Robinson. Me encantaría tener los medios para hacer reportajes así.


En el Mundialito
 Cada vez son más las mujeres que se dedican al periodismo deportivo, ¿te parece positivo?
 ¡Por supuesto! Creo que poco a poco las mujeres vamos entendiendo más el deporte, porque también ha crecido el deporte femenino y muchas lo hemos practicado. Es cierto que aún no nos hemos ganado el mismo crédito que gozan los hombres en un mundo que les ha pertenecido durante décadas, pero gracias al trabajo de todas esas mujeres, cada vez tendremos más. Si nos dejan, y si nos dejan demostrar nuestra valía más allá de nuestra telegenia o simpatía.

Hablemos de deportistas… cada vez se oyen más nombres canarios en la élite del deporte nacional y hasta internacional… ¿qué crees que ha cambiado?
 Yo creo que sólo ha cambiado la repercusión, por desgracia. Bueno, y tal vez que ahora es más fácil para los deportistas salir de Canarias. Creo que talento siempre ha habido en las islas. En muchas ocasiones hemos tenido, por ejemplo, jugadores o entrenadores en el Madrid, Atlético o Barcelona.  Pero sólo teníamos las referencias que nos daban los abuelos o los padres. Ahora tenemos a los Pedrito, David Silva, Valerón, Jonathan Viera… y podemos escucharlos, verlos, grabarlos. Y si esos talentos están ahí, es porque los clubes modestos siguen haciendo un trabajo con los pibitos muy poco reconocidos. Y aunque hay pocos medios, hay clubes de fuera con la base más profesionalizada que los captan. Y para ellos es más fácil salir. Y el fútbol es sólo un ejemplo, mira los frutos que han dado los regatistas canarios y la situación desesperada que vive la vela aquí…

Dime qué deportista ha marcado, para ti, un antes y un después
 Si tuviera que hablar de la época en la que crecí al tiempo que crecía mi pasión por el deporte, diría Michael Jordan. Era un jugador que me dejaba con la boca abierta. Creo que marcó un techo en su deporte que difícilmente se superará.  Igual que su Dream Team. Son ya leyenda.  Y creo que habrá también un después de Messi. Ahora quizá no lo valoramos porque lo tenemos hasta en la sopa y nos parece hasta natural lo que hace. Con el tiempo nos daremos cuenta de cómo ha subido el listón.
 Y en España me quedaría con Rafa Nadal. Creo  que el mallorquín ha sido el primero en cambiar la mentalidad de un país que estaba poco acostumbrada a los éxitos individuales.

Con David Amaral en la previa de un partido
del CD Tenerife
Con los años que llevas dedicándote a ello… ¿cuál ha sido el mejor momento que has vivido hasta ahora?
 Guardo dos momentos muy especiales. El primero, la Final Four de voley de 2004 en la que el Marichal fue el primer, y hasta ahora único, equipo español en hacerse con la Champions. Entonces trabajaba en la radio, hice el inalámbrico y la sensación fue indescriptible. Fue el triunfo de los pequeños en aquel Santiago Martín abarrotado, Quico Cabrera llorando… ¡Fue tan emocionante!
 El segundo, el ascenso del Tenerife a Primera. Siempre tuve guardado en la retina un in situ en Sevilla de José Manuel Pitti en Televisión Española en el ascenso del 89 y, sin haberme atrevido a soñarlo, yo sería la imagen en la retina de otro futuro periodista. Porque estuve allí, en Girona, fui testigo y comunicador de la fiesta de mi equipo de siempre. Es una sensación difícil de describir. Nunca trabajé tanto en mi vida, y nunca tan a gusto.

Yo aún me acuerdo de las palabras de Toño el día del ascenso del Tenerife a Primera División: “tú también has contribuido a que suceda”… sin duda muy emotivas
 Si… Me sorprendieron mucho y es uno de esos recuerdos que guardas bajo llave por los siglos de los siglos.  Una de las cosas buenas de esta profesión es que personas que habías admirado de niña, que habías visto correr la banda, de repente están a tu lado tratándote como uno más. Aquel año tuve la suerte de acompañar al equipo, de seguir el día a día, de sentir cómo crecía la ilusión alrededor del equipo y cómo los medios contribuíamos a mantenerla. Fue un año duro de trabajo, pero muy gratificante. Y aquellas palabras fueron todo un reconocimiento al esfuerzo que había dedicado para poder estar a la altura. Nunca se lo agradeceré lo suficiente

¿Qué consejos darías a las nuevas generaciones?
 Sólo uno, que para ejercer esta profesión tienes que amarla. Son tiempos duros, en los que no se premia el rigor sino tu capacidad para nadar entre dos aguas, en los que es difícil ser un profesional que viva de su trabajo, en los que importan más los beneficios que el derecho a la información. Si no se ama esta profesión, se hace muy dura. Demasiado. 

Un momento de respiro en otro gran día de trabajo

 Gracias amiga!


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