Profesional de los pies a la cabeza, Isabel Baeza es desde hace mucho tiempo uno de los rostros más conocidos de la Televisión Canaria. En un un cara a cara su presencia supera con creces la belleza y seguridad que cada fin de semana transmite a través de la televisión.Trabajar con ella no es sólo un placer sino una oportunidad de oro de aprender de una profesional que afronta las noticias y los imprevistos con temple y arrojo. Así es Isabel Baeza:
¿Por qué decidiste hacerte periodista siendo una profesión tan competitiva?
Porque no escuché los consejos de mi padre (risas). Él como periodista me aconsejó que no me dedicara a esta carrera por la dureza que implica pero verle trabajando en la radio desde que era tan pequeña hizo que me entrara el gusanillo muy pronto. Y la verdad es que he hecho lo correcto porque estoy segura de que ninguna otra cosa me habría hecho sentir tan feliz y realizada.
Vivo conectada a Internet. No tengo facebook, ni twitter pero estoy muy enganchada a la era digital por mi profesión y porque sobre todo realizo noticias de internacional. Me mantengo también informada de las noticias a nivel nacional. En cuanto a la actualidad canaria me mantengo conectada a ella gracias al trabajo de calle que realizo.
Aunque por encima de todo intento no perder el objetivo sobre todos los conflictos latentes en el mundo porque analizarlo y comprenderlos me ha llevado mucho tiempo.
Isabel llevas 13 años presentando y 17 trabajando, ¿te gusta compaginar el trabajo de calle con el que realizas cada fin de semana en plató?
Me gusta todo. Llevo 13 años presentando, desde que comencé a trabajar en Televisión Canaria, pero antes había hecho mucha calle y me encanta. Me gusta la actualidad política y las noticias de economía. Es en ese ámbito estás al pie de cañón de lo que va sucediendo en nuestra sociedad.
¿Cómo consigues matener los nervios ante las cámaras?
Al principio todos los presentadores pasamos muchos nervios, sobre todo en el arranque de la televisión, imagínate, fueron días de mucha tensión y al mismo tiempo de ilusión. Conforme pasa el tiempo aprendes a mantener la sangre fría y te das cuenta de que así te salen mejor las cosas. Por eso en los días de noticias imprevistas o de mucha actualidad, a pesar de los nervios que se generan alrededor, procuro mantener la concentración y aislarme porque de lo contrario si pierdes ese punto es muy díficil mantener un directo cuando la única información que tienes está en tu cabeza.
No fue un buen recuerdo. Estaba de vacaciones en Madrid porque mi pareja es de allí y su familia vive bastante cerca del consorcio de bomberos. Durante la comida no dejamos de escuchar ambulancias saliendo sin parar y cuando nos enteramos que había habido un accidente de avión llamamos a la Televisión Canaria que nos confirmó que un avión se había estrellado en el Aeropuerto de Barajas. Inmediatamente nos trasladamos al hospital de La Paz y enseguida la zona se llenó de unidades móviles de televisiones para establecer puestos de directos. Era tal la magnitud del suceso que decidimos quedarnos allí e informar en directo. Había más periodistas canarios como una compañera de La Provincia, también de vacaciones en Madrid, que se desplazó hacia allí.
Pasamos ese día y el siguiente entre el Hospital de La Paz e IFEMA (recinto ferial de Madrid) donde se encontraron los restos mortales de las víctimas.
No me siento orgullosa de haber estado en el operativo porque para los canarios ese accidente tuvo una gran transcendencia. A medida que iban llegando los familiares... ver sus rostros e, incluso, a personas que conocías fue un barapalo tremendo.
Fue tan doloroso de contar que se puede decir que fue el trabajo más díficil que he tenido que hacer hasta ahora.
Al contrario de las pólemicas que se han suscitados entorno a compañeras como Sara Carbonero o Angels Barceló, creo que en esta profesión hay cabida para todo tipo de profesionales. Es cuestión de que cada una luche de forma personal porque las mujeres estamos muy bien preparadas para hacer nuestro trabajo tan bien como cualquier hombre. Ya sea un informativo, un directo, dar cualquier noticia de política o economía, ocupar cargos de responsabilidad...
Para llegar lejos nosotras mismas tenemos que creérnoslo y sobre todo no compararnos con los hombres porque somos diferentes. Aportamos un valor añadido, una sensibilidad que tenemos que ellos no tienen.
Creo que las mujeres tratan de hacerse hombres para llegar lejos y eso no ayuda en nada. Hay que ser mujer, estar contentas de serlo y desempeñar tu profesión como mejor sepas porque seguro serás capaz de hacerlo igual o mejor que cualquier hombre.
¿Alguna anécdota que te hayas vivido en plató?
Son muy pocas porque solemos estar en bastante tensión. Sí reconozco que trabajando en fin de semana formas parte de un equipo que se conoce bien, que lleva mucho tiempo junto , que te lo hace pasar muy bien y muchas veces antes de empezar aflora el buen ambiente. Y eso es muy bueno... que el equipo se lleve tan bien y salga el buen humor porque eso mismo ayuda a quitar tensión y a que las cosas salgan mejor.
¿La mejor noticia que has dado?
No fui yo pero se produjo la semana pasada. La ONU concedió a Palestina la condición de estado observador. Me llevé la alegría yo sola (risas) pero como siempre me ha tocado la información internacional para mi fue un notición aunque quien dice que no va a tener demasiada trasncedencia. Esa es una de las noticias que llevo esperando mucho tiempo.
Una periodista en constante búsqueda de la información. Una periodista que traspasa las cámaras para darte a conocer las noticias más relevantes, una periodista con mucho temple. Una peridista como las que ya no quedan. Una periodista de los pies a la cabeza.
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